Si sueñas iniciar el viaje hacia tu destino, ponle alas a tus sueños y así dragones, lestrigones ni la cólera del airado Poseidón podrán alcanzarte para hacerte desistir de tu destino.
No tomes el camino que otros hacen para tí, haz el camino hacia tu destino y asi podrás forjar en tu alma el secreto de la piedra filosofal. Debes tomar el camino más largo, de mayor peripecias y rico en experiencias; que te vean arribar con gozo y corazon alegre a puertos y ciudades enigmáticas para aprender, y aprender realmente de los depositarios de la sabiduría a donde despierto jamás soñarías llegar.
No muestres prisa por llegar a tu destino; mejor será que dure muchos años, y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla de tu destino, rico de cuanto sabiduría y experiencia habrás ganado en el camino.Pero si por alguna cosa de la vida no sueñas tu destino ay de tí, porque dragones, lestrigones y la cólera del airado poseidón habrán rasgado tu alma y te horriza poder enfrentarlos.
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